No puede. El caracol podrá reparar la concha si no ha sufrido heridas importantes, pero la necesita para sobrevivir porque funciona a modo de exoesqueleto protegiendo los órganos internos; entre los que se encuentran el pulmón y el corazón. Además, es una barrera que aísla al molusco de las variaciones climáticas y su dureza y color críptico le otorgan protección contra depredadores.
Para reparar un daño en la concha las células epiteliales del manto segregan una matriz de glucoproteína que después se vuelve menos soluble, más densa y calcificable. Otras células que contienen carbonato de calcio darán paso a la calcificación comenzando desde la superficie externa de la matriz hacia el epitelio. Tan importante es el calcio para la elaboración de la concha, y por tanto para la vida del caracol, que la tasa de calcio en sangre de estos animales es tres veces superior a la humana.
Si se desea ayudar a un caracol con la concha rota que se comporta con normalidad, será fundamental mantener la humedad ambiental, controlar los hongos, parásitos y bacterias y proporcionar una fuente de calcio, además de la comida.
Referencias
IMAGEN: Pixabay License. Publicada por Alexas_Fotos.
Colin Durning, W. (1957). Repair of a Defect in the Shell of the Snail Helix aspersa. The Journal of bone and joint surgery. American volume. 39-A. 377-93. 10.2106/00004623-195739020-00012.
Gallo, G. (2011). El caracol: cría y explotación. Ediciones Mundi-Prensa. México. ISBN 978-84-7114-768-4
Padilla, F. y Cuesta, A. (2003). Zoología aplicada. Diaz de Santos. ISBN 84-7978-588-8

Doctoranda en Biología, editora y escritora cuando la vida me deja. | Las vacunas salvan vidas y la única tierra plana que venero pertenece a Terry Pratchett.