¿Puede haber vida en el interior de una roca?

Playa de guijarros

Sí, se trata de los microorganismos endolíticos. Colonizar el interior de una roca es una estrategia para evitar las fuertes presiones ambientales del exterior. Si no puedes vivir fuera, porque por ejemplo están en un desierto como el Atacama con una alta salinidad y una precipitación casi nula, entonces pruebas a vivir en las fisuras de rocas translúcidas. De esta manera se puede hacer frente al exceso de radiación ultravioleta, a los fuertes cambios de temperatura entre la noche y el día, además de una protección frente a la congelación. Asimismo las características de la roca pueden contribuir a retener la escasa humedad ambiental.   

La capacidad de una roca de albergar vida en su interior a través de grietas y poros depende de las propiedades físicas y químicas entre las que se incluyen la composición de la roca, su permeabilidad, la presencia de compuestos químicos, la estructura y distribución de los poros y otros factores como la capacidad de retención de agua, el pH y la exposición a fuentes de nutrientes. Cuando las condiciones son favorables y se desarrollan colonias de microorganismos, después al romper la roca se pueden apreciar en sus interior algunas bandas verdes para sorpresa del observador. 

El estudio de estos seres y sus adaptaciones a condiciones inhóspitas puede ser una guía para comprender mejor la historia de la vida en la Tierra y quizá la de otros planetas de nuestro sistema solar. Ya que si hubiera vida en otros planetas podría seguir unas estrategias de colonización endolítica. 

Referencias

Wierzchos, J., de los Ríos, A., Ascaso, C., 2012. Microorganisms in desert rocks: the edge of life on Earth. International Microbiology. 172–182. https://doi.org/10.2436/20.1501.01.170

Wierzchos, J., DiRuggiero, J., Vítek, P., Artieda, O., Souza-Egipsy, V., Skaloud, P., Tisza, M., Davila, A.F., Vílchez, C., Garbayo, I., Ascaso, C., 2015. Adaptation strategies of endolithic chlorophototrophs to survive the hyperarid and extreme solar radiation environment of the Atacama Desert. Front. Microbiol. 6. https://doi.org/10.3389/fmicb.2015.00934

Crédito imagen: FrankWinkler via Pixabay

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