Porque existe una conexión entre los lacrimales y el conducto nasolacrimal. Imaginemos una autopista con varias salidas: la vía lacrimal. La producción de lágrimas comienza en la glándula lacrimal, que trabaja de forma constante para mantener el ojo húmedo de forma natural. Esta humedad del ojo puede evaporarse o eliminarse a través del conducto nasolacrimal, que está conectado con el cornete nasal inferior de la nariz. Es decir, las lágrimas sobrantes viajan hasta la nariz a modo de «desagüe», manteniéndola húmeda también. Hasta aquí lo cotidiano.

Cuando lloramos se produce un exceso de agua. Las lágrimas contenidas en el saco lacrimal de nuestro ojo drenan al exterior y nos caen por la mejilla, pero no todas. Debido a ese drenaje natural, muchas terminan en la nariz y se mezclan con el moco de las paredes haciéndolo más líquido y este cae por gravedad a través de la nariz. Con lo que es hora de sacar el pañuelo.
Referencias
medicinajoven.com/2009/07/porque-moqueamos-cuando-lloramos.html
kidshealth.org/es/kids/nose-run.html
rahhal.com/blog/por-que-nos-sonamos-la-nariz-cuando-lloramos/
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Doctoranda en Biología, editora y escritora cuando la vida me deja. | Las vacunas salvan vidas y la única tierra plana que venero pertenece a Terry Pratchett.