Por el día de la mujer en la ciencia reseñamos el documental de Netflix «Picture a Scientist», que se puede encontrar en la plataforma en inglés con subtítulos en español (1h. 37min.; 12+). El objetivo de este documental es dar a conocer las dificultades por las que han pasado diferentes investigadoras en su entorno laboral simplemente por el hecho de ser mujeres.
«Picture a Scientist» comienza y termina con un caso base a partir del cual surgirán los comentarios y anécdotas del resto de científicas. El documental presenta más de ocho historias de mujeres de diferentes edades. Con lo que muestra la evolución —o no—, de las desigualdades a lo largo del tiempo; en disciplinas variadas como la biología (Nancy Hopkins), la química (Raychelle Burks), la geología (Jane Willenbring), la cognición, la psicólogía social… tanto en campo como en laboratorio y que tienen diferentes grados: desde menosprecios en el día a día a causas judiciales.
La historia base es un ejemplo específico de discriminación y acoso que sufrió la geocientífica Jane Willenbring con su director de tesis David Marchant. Y no era la única que tuvo que plantarle cara. Tal fue la fama que se ganó este científico que ahora su página de la Wikipedia apenas habla de otra cosa. El resto de coprotagonistas del documental aportan datos sobre distintas humillaciones en el plano laboral, como el no reconocer méritos y capacidades propias de la persona, la reducida disponibilidad de zonas de trabajo y oportunidades para sus estudios…; y ejemplos más sociales como la invisibilización, el recurrente acoso sexual o la dificultad que presenta para ellas —y menos para ellos— la conciliación familiar. Temas que se traducen en altas tasas de deserción entre las trabajadoras, con lo que se pierden grandes cerebros que podrían aportar mucho al desarrollo de la ciencia.
Los testimonios se intercalan con exquisitos gráficos «vintage» impresos virtualmente en las páginas de diferentes capítulos de un libro que va pasando las hojas. De manera que queda muy académico, muy apropiado para el tema que se está tratando. El tiempo que le dedican a los diferentes argumentos y la forma de presentarlos también son apropiados para abrir «el melón» del debate. Y entre todo el horror que se puede escuchar también hay espacio para la parte cómica, o más bien irónica, del asunto.
«Picture a Scientist» es uno de esos documentales útiles, apropiados para proyectar en días clave como el de la mujer en la ciencia, pero que son necesarios recordar durante todo el año. Y no solo por visionar y debatir, sino para estimular a que se haga algo al respecto. Porque parece que por más que se sucedan las décadas el machismo que impregna la sociedad a todos los niveles no termina de desaparecer.

Doctoranda en Biología, editora y escritora cuando la vida me deja. | Las vacunas salvan vidas y la única tierra plana que venero pertenece a Terry Pratchett.