MENSAJE ELÉCTRICO, Gorka E. Argul

Portada de libro

Mensaje eléctrico es la segunda novela de la Saga del Viajero, que Gorka E. Argul inició en 2014 con La llave de la Eternidad.

Mensaje eléctrico se mantiene en la línea del Thriller tecnológico. Con una trama de espionaje, intriga y acción en la que los avances científico-técnicos tiene un papel central.

La tecnología mostrada en Mensaje eléctrico se adentra en la Ciencia-Ficción, con una especial predilección por el Cyberpunk. Uno de los personajes, Mr. Gibson, lleva el apellido de William Gibson, padre del subgénero.

Así, los personajes se valdrán del teletransporte y del viaje temporal para desplazarse por los muchos escenarios de la novela. En un universo en el que la bioingeniería ha creado implantes cibernéticos, órganos humanos artificiales y nanotecnología con usos médicos hoy impensables.

La realidad virtual está también muy presente. Sirviendo como recurso narrativo más de una vez, difuminando la barrera de lo real y lo virtual. Jugando Gorka E. Argul al despiste tanto con los personajes como con el lector.

Esta segunda entrega de la saga resulta menos violenta que la primera, si bien mantiene su carácter poliédrico. Con una nómina igualmente extensa de personajes y una trama compleja que de nuevo requiere una lectura muy atenta. Por la cantidad de escenarios por los que transcurre y los distintos momentos temporales en los que se producen los acontecimientos.

Sí, la estructura narrativa no es lineal. Sino que los sesenta capítulos de la novela alternan escenas del pasado y del presente, en un mundo donde el viaje en el tiempo es posible. Y ciertos personajes pueden estar presentes a lo largo de décadas gracias a su longevidad aumentada por la biotecnología.

En total hablamos de 394 páginas, de una historia que hace continuas referencias a capítulos concretos de su antecesora, La llave de la Eternidad.

Por lo que es recomendable, se podría decir imprescindible, leer antes aquella para comprender la trama y el argumento de Mensaje eléctrico.

Varios de los actores de la primera entrega repiten presencia, además de la incorporación de muchos otros nuevos.

En esta página existe un listado, y el autor ha incluido, al final de la novela, material anexo que permite ubicar a cada uno de ellos en las distintas facciones en conflictos. Así como diagramas de relaciones entre ellos, por una parte. Y del desarrollo cronológico de los acontecimientos, por otra, de las dos novelas que componen la saga por el momento.

Varias de las agencias y organizaciones que aparecen en Mensaje eléctrico existen en realidad. Como la D.A.R.P.A, el M.I.T., el S.E.T.I y por supuesto la O.N.U. Que el autor hace convivir con entidades ficticias como el misterioso cuerpo conocido simplemente como El Círculo o la empresa Astratech —a la que perteneció, como guiño y para mayor verismo, el finado Carl Sagan—.

Gorka E. Argul, técnico en telecomunicaciones y divulgador científico, ha realizado un exhaustivo trabajo de documentación. Recordemos que trabajó cinco años en la anterior entrega, La llave de la Eternidad. Y nos muestra unos avances científico-tecnológicos que aún consideramos Ciencia-Ficción. Como los nanorrobots de uso médico, los ojos biónicos y los órganos humanos artificiales. O los implantes cibernéticos que permiten al cerebro humano conectarse a las computadores e interactuar con ellas, volcando ingentes cantidades de datos o programándolas mentalmente.

Pero todo lo mostrado en Mensaje eléctrico —salvo quizás el teletransporte y el viaje temporal aunque, ¿quién sabe?— es tecnología en proceso de desarrollo. Que será realidad tarde o temprano.

Podemos considerar así que Mensaje eléctrico es una novela de Anticipación. Aunque no falta tampoco el inestimable trabajo del gran precursor científico del siglo XX. Nikola Tesla, que aquí aparece como un personaje más. Quien tiene la oportunidad, en uno de los momentos más evocadores de la novela, de ver cómo sus ideas se han hecho realidad. Sean el VTOL o una de sus visiones más alocadas: la mismísima Internet.

En resumen, podemos decir que Mensaje eléctrico, además de ser un sentido homenaje a Nikola Tesla, gira en torno al poder que proporciona la posesión de la tecnología punta. Y sobre la lucha soterrada, entre diversos intereses —la industria privada, los gobiernos, multimillonarios de intenciones poco claras— por hacerse con la ventaja táctica que ofrece sobre los competidores, sean comerciales o militares.

Mensaje eléctrico es una novela muchos menos violenta que La llave de la Eternidad. Los enfrentamientos físicos de aquella se trasladan en gran medida al mundo virtual. Con ataques cibernéticos, robos de información y asaltos a centros de almacenamiento de datos.

Ahora el terreno de juego es la Red. Tanto mediante el hacking como a través de la realidad virtual, uno de los ingredientes más atractivos de la novela.

El ritmo narrativo no decae frente a su antecesora. Y se beneficia de un estilo directo, de oraciones breves, primando las simples sobre las compuestas y primando las copulativas sobre las subordinadas. Lo que permite una lectura más ágil.

Gorka E. Argul ha pulido su estilo desde la anterior entrega. Y reducido sus defectos de forma. En especial en los diálogos —la coma antes de los vocativos, que antes omitía, o los signos de interrogación y exclamación—.

Existen erratas, derivadas casi siempre de la colocación de las tildes —«vació» por «vacío» es la más común, por ejemplo—. Que pueden enmendarse fácilmente con una nueva corrección.

Comentar, por último, que la historia se cierra dejando ya establecido el punto de inicio de una tercera entrega. Por mi parte, me ha gustado el giro hacia el tecno-thriller que ha dado esta Saga del Viajero, y la nueva ambientación Cyberpunk que tanto juego puede dar en el futuro.

Mensaje eléctrico puede adquirirse en Amazon, en formato digital.

Texto cedido por Kindlegarten con permiso del autor.

Crédito imagen: Amazon


Título: Mensaje eléctrico

Autor: Gorka E. Argul

ISBN: Versión Kindle

Entradas relacionadas

Deja tu comentario