Los keas (Nestor notabilis) son unos loros endémicos de los Alpes neozelandeses de color verde oliva y en los que la hembra es un 20% más pequeña que el macho. Fueron considerados como ave del año en 2017. Se estima que su población se compone de entre 3.000 y 7.000 ejemplares. Se los puede encontrar en dunas costeras o en picos alpinos, pero su distribución habitual se da en bosques montanos cercanos a zonas alpinas y subalpinas. Entre sus amenazas se encuentra la depredación por gatos y armiños. También el ser humano, ya sea por matarlos deliberadamente o en accidentes con el coche u otras estructuras artificiales.
Referido a su modo de vida son monógamos con vínculos a largo plazo. Además en la alimentación son omnívoros y consumen una gran variedad de plantas o materia animal. Comen por ejemplo frutas, hojas, néctar, semillas. Asimismo, Excavan en el suelo para encontrar larvas de insectos o tubérculos de plantas. Otro aspecto que caracteriza a los keas es su ingenio e inteligencia. En este sentido se han publicado datos de un experimento realizado en el que se comprobó que son capaces de valorar probabilidades, aspectos físicos como una barrera o incluso sociales. Pero vayamos por partes.
Antes de realizar el experimento hubo que entrenar a las aves, que fueron seis: Blofeld, Bruce, Loki, Neo, Plankton y Taz. Para empezar se les enseñaban dos manos cerradas conteniendo cada una un palito de color naranja o negro. Cuando escogían la mano con el palito de color negro podían intercambiarlo por un premio de comida. Así se les aleccionaba a detectar la presencia del palito negro.
Cuando consiguieron que los loros interiorizaran el procedimiento pasaron a los experimentos. En la primera prueba debían valorar las probabilidades. El monitor extraía un palito de un bote transparente. Había dos botes, uno para cada mano, y el ave no podía ver qué palito se sacaba. En cada bote había 120 palitos pero uno tenía una proporción 1:5 de palitos negros-naranjas, mientras que el otro tenía la proporción inversa. Vamos, que en un bote había muchos más palitos negros, que les proporcionarían una recompensa, que en el otro. ¿Lograron inferir los keas que en un bote con mayor proporción de palitos negros la probabilidad de extraer un palito negro era mayor? De los seis pájaros, tres consiguieron quince de veinte aciertos, obteniendo significancia estadística. Neo consiguió catorce de quince y estuvo cerca.
Este primer experimento contó con dos condiciones más. Aquí se les presentó un bote con 120 palitos en una proporción de 1:5 negros-naranjas, mientras que en el otro bote una proporción de 5:1 palitos negros-naranjas pero con 24 palitos. Si los pájaros tienen en cuenta los números absolutos eligirán al azar, pero si van a la proporción relativa eligirán el bote con menos palitos pero una mayor probabilidad de palitos naranjas. ¿Resultados? Cuatro de los seis pájaros lograron entre quince y dieciséis aciertos de veinte. Los otros dos, Blofeld y Neo, se quedaron en catorce sobre veinte.
En la tercera condición se les presentaron dos botes con la misma cantidad absoluta de palitos naranjas. Una jarra contenía una proporción de 57:63 negro-naranja, 120 palitos en total, y otra con una proporción de 3:63 negro-naranja, 66 palitos en total. Si los pájaros seleccionaran el bote con el menor número de piezas naranjas tendrían que elegir al azar. ¿Fue esto así? No, aquí todos los pájaros tuvieron una preferencia selectiva y todos realizaron más de quince o más aciertos de veinte intentos.
En el segundo experimento se introdujo una barrera física en los botes. De esta manera los keas debían darse cuenta de que la proporción válida era la de arriba y que aunque vieran más palitos negros por debajo de la barrera, estos no contaban a la hora de la extracción. De nuevo pusieron dos condiciones en este experimento. En la primera un bote tenía una proporción 1:1 de palitos negros-naranjas tanto arriba como abajo, mientras que en el otro bote arriba tenía una proporción 5:1 de palitos negros-naranjas y una proporción 5:9 debajo. En ambos botes el número de palitos total era 40 negros y 40 naranjas. ¿Cuáles fueron los resultados? Todos los keas consiguieron quince o más aciertos de veinte intentos.
En la segunda condición se invirtieron las proporciones. En un bote se mantuvieron las proporciones de 1:1 tanto arriba como abajo, mientras que en el segundo bote arriba se pusieron 1:5 de palitos negros-naranjas y abajo 9:5 de palitos negros-naranjas. Si los keas eligen por el menor número de piezas naranjas en la parte de arriba actuarían al azar, mientras que si tienen en cuenta las proporciones relativas tendrían una preferencia. ¿Resultados? Todos menos Neo realizaron con éxito quince o más intentos de veinte.
Finalmente en un tercer experimento se valoraba la capacidad de los keas de integrar la información social. De manera previa se les enseñó que uno de los monitores estaba sesgado a elegir palitos negros. En la fase final se les presentó dos jarras con 110 palitos y proporción 1:1 negros-naranjas. ¿Supieron los keas interpretar el sesgo de elección de uno de los monitores? Aquí los resultados se dividen y sólo tres de los seis keas lograron quince o más aciertos de veinte intentos.
Con este conjunto de experimentos se demuestra que aves como los keas tienen capacidad de deducción estadística al integrar probabilidades, se dan cuenta de los cambios que supone una barrera física en la distribución de probabilidades y por último que son capaces de asimilar información de tipo social al percibir un sesgo en un sujeto. Así que entre las aves, los cuervos no son los únicos en mostrar signos de una elevada inteligencia.
Referencias
http://nzbirdsonline.org.nz/species/kea
https://www.doc.govt.nz/nature/native-animals/birds/birds-a-z/kea/
Bastos, A.P.M., Taylor, A.H., 2020. Kea show three signatures of domain-general statistical inference. Nature Communications 11, 1–8. https://doi.org/10.1038/s41467-020-14695-1
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Makalu – Pixabay

Doctora en Biología. Interesada por la divulgación de la ciencia.