ASTRONÁUTICA (FUTUROS GENIOS), Carlos Pazos (2018)

Hacía tiempo que quería echar un vistazo a la colección «Futuros Genios» de Carlos Pazos. Quizás movida por la curiosidad que me producía encontrar un libro de física cuántica para niños. ¿Que los niños iban a poder comprenderla y yo no? Había que zanjar este asunto. Sin embargo ese no fue el primer libro que adquirí, sino el de «Astronáutica». La elección es muy importante (y muy intencionada) porque trata un tema del que sé aún menos y necesitaba abrir el libro desde la perspectiva de un niño que desea aprender sobre ciencia. Así, desde la ignorancia y la intriga, doy comienzo a esta serie de reseñas «del saber».

El libro en cuestión viene en un formato pequeño, compacto, de tapa dura y se maneja con comodidad. No hay mucha letra en cada página, la justa y necesaria para explicar. La tipografía es atractiva y las ilustraciones cuanto menos cómicas y repletas de ojos. Ya desde el comienzo la astronauta Valentina nos guía, junto a su nave espacial Rocket —gorra incluida—, en un viaje desde la tierra hacia el espacio.

Pero antes de partir hace falta interiorizar una serie conceptos: ¿Dónde comienza el espacio? ¿Cuáles son las capas de la atmosfera? ¿Quiénes son esos bichitos morados que tiran de nosotros hacia abajo y cómo escapar de ellos? Si Newton levantara la cabeza sabría quién «le tiró» esa manzana.

Una vez preparados nos presentan diferentes tipos de cohetes —con bigote y sin bigote—, cómo se forman y para qué sirven. Sin miedo a «colar palabros», o más bien tecnicismos, desconocidos también para los adultos que no hemos estudiado el tema. ¡Y así es como se aprende! Fabricando una etapa de propulsión líquida para Rocket. ¡Ahora toca arremangarse y encender el propulsor! No sin antes dar un repaso al traje de astronauta.

amazon.es

Otro punto positivo del libro es la actualidad. Y uno se da cuenta de ello cuando Rocket alcanza el espacio —sin perder la gorra— y tras el desacople de la etapa principal, esta regresa a la tierra y se recupera tras un aterrizaje en vertical, lista para ser reutilizada. El primer éxito en aterrizaje vertical lo logró la compañía Space X el 22 de diciembre de 2015. Ayer por la tarde en un contexto histórico. Y como dijo Elon Musk: «Welcome back, baby!». Y mientras, ¿a dónde irán Rocket y Valentina?

Respecto a la edad, lo recomiendan a partir de tres años pero quizás mejor esperar a los cinco para los tecnicismos. Y por comparación, hay muchos libros de ciencia para niños que son adecuados pero fallan en las ilustraciones. A veces por condensar datos dejan la estética a un lado, mientras que en «Astronáutica» se reduce lo primero a lo meramente necesario a favor de las imágenes. Y creo que está bien, porque lo importante no es cuánta información por minuto es capaz de absorber el cerebro sino cuánta se recuerda pasada una hora. Si de mayores quieren ser astronautas ya tendrán la universidad.

Aunque en esto no puedo ser objetiva, creo que el libro pasa «la prueba del algodón». Hay cosas que no sabía y que he aprendido, por tanto sí recomiendo este libro porque cumple con su función. El resto lo ponen los gustos de cada uno.

Seguiré valorando la colección completa para tener la oportunidad de analizar los libros en sentido inverso, es decir, desde el conocimiento. Y aviso desde ya que en aquellos volúmenes que traten temas de biología no tendré piedad («Juas, juas, juas», se frota las manos).

Gracias a Carlos Pazos por esta iniciativa.

Entradas relacionadas

Deja tu comentario